¡Precaución! Auto-publicidad

He decidido incluir una antigua publicación mía en un nuevo blog, aprovechando mi cuenta en Blogger, para tenerlo todo recogido y ordenado, y no como en el fotolog, que andaba todo desperdigado. Tengo intención de retomar mi modesto ensayo sobre fiestas, borracheras, y alcoholismos varios, dentro de poco. Lo retomaré donde lo dejé, en la etapa 'desfase'. Por si os lo preguntáis, sí, este verano ha habido unos cuántos para tomar de referencia.
Aquí dejo el enlace: Ensayo sobre el Arte de Salir de Fiesta

martes, 15 de julio de 2008

No me olvido del blog

Se me antoja paradójica la falsa sensación de vacío que fluye por la mente de uno cuando más llena de preocupaciones y pensamientos está. Debe de ser algo similar al bote de aceitunas que estando repleto hace el mismo ruido al ser agitado que estando vacío: ninguno. Atorada entre tanta opción donde centrarse, mi cabeza termina por entregar la cuchara y darse como mi cuerpo a la estival vida de ocio e inactividad.

Y así, con la presunta intención de ordenar mis pensamientosy calmar la conciencia, es como decido retomar la redacción de mi abandonado blog con estas líneas, que comienzo en un autobús camino a Madrid y con la genialidad del maestro Sabina penetrando en mis oídos. Se dice y coincido, al fin y al cabo, que para progresar en cualquier faceta hay que conocer a los grandes.

Grande en la historia del tenis se podrá considerar, ya no sólo a nivel nacional, al reciente campeón de Wimblendon Rafa Nadal (reciente aunque haya pasado más de una semana, que últimamente me cuesta escribir). En un partido épico, que duró sus 5 horas sin interrupciones (más de 7 contando las dos paradas por lluvia), el mallorquín se impuso al por muchos considerado mejor tenista de todos los tiempos, de forma heroica, ganando cuando más adversas eran las condiciones.

Adverso lo tenía también la selección española para hacerse con la Eurocopa, teniendo en cuenta los rivales con los que le tocó lidiar en la fase de eliminatorias. La campeona del mundo, la ejecutora de la aparentemente todopoderosa Holanda, y Alemania, esa selección que llegó a endiosar un contrariado Linecker en su famosa profecía. Profecía que se quedó en cuento asustaniños cuando aparecieron en escena los Xavi, Senna, Cesc, Iniesta... La catedral alemana se desmoronó, dando paso a la euforia roja, desahogada tras 40 años de sequía.

Parece inevitable que acabe hablando de deporte, debo padecer de un síntoma de regresión lineal de tendencia garciísta. Bueno, ya puestos, comentar un poco lo visto hasta ahora de Tour de Francia:

Cadel Evans se hizo ayer con le maillot jaune después de años persiguiéndolo. Un premio sin duda a la regularidad, a la constancia, y a la racanería. Con ese serpenteo constante en la bicicleta que da la sensación de que va a cortarse en cualquier momento, el wallaby consigue aguantar siempre el ritmo de los mejores, disimulando de vez en cuando con ataques en falso que ni hacen daño ni meten tiempo. Se situa como el principal favorito a vestir la preciada prenda en los campos elíseos el último día, pero cuenta con un handicap muy grave: la falta de equipo. En esto hay que saber reconocerle su profesionalidad, por saber mantenerse en esa situación pese a afrontar completamente sólo los puertos más duros de la ronda, con un equipo más confeccionado para lanzar los sprints al canguro Mc Ewen que para mantener el liderato. Veremos cuánto le dura. Sin duda el equipazo que ha llevado CSC le pondrá las cosas muy difíciles, con Sastre de líder y Frank Schleck colocado a apenas un segundo del líder, obtuvo un merecido premio tras dinamitar la carrera en dos escalofriantes hors category: Tourmalet y Hautacam. Saunier se llevó el premio gordo en los pirineos con una grandísima victoria de una cobra Ricco' enincreíble progresión, y una espectacular exhibición de escalada entre Piepoli y Juanjo Cobo para que el calvo de Chaux-de-Fonds consiguiera por fin el premio por ser uno de los mejores escaladores de los últimos años: una etapa del Tour. Ojo también a un regular Vandevelde, que sin equipo para arroparle está situando el nombre de su ocasional patrocinador Garmin en los puestos altos de la general.

En la otra cara de la moneda quedan un decepcionante Valverde, que vuelve a demostrar que le queda mucho para ser ese hombre Tour que muchos ven en él, y un Euskaltel que tras el paréntesis de 2007 continúa con su cruz en la ronda gala. Astarloza salvó los muebles aguantando con el grupo de los favoritos hasta pocos kilómetros de meta e incluso lanzando algún que otro hachazo, y Samuel fue de menos a más, como le gusta a él, y consiguió no perder demasiado tiempo. Esperemos que también siga esta curva ascendente en la totalidad de la prueba. Zubeldia, por su parte, sufrió lo que nunca y perdió más de media hora en línea de meta tras una lamentable pájara en Tourmalet. Veremos si puede coger alguna fuga en media montaña y jugarse una victoria de etapa...

En fin, queda mucho Tour, y mucho verano aún, en el que espero animarme un poco más a escribir.

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