Ese es probablemente, el título que mejor puede resumir el comportamiento del Sparta en lo que llevamos de torneo. Si la semana pasada sufrimos ante un equipo sin suplentes hasta que comenzaron a llover los goles, hoy la situación ha cogido un cariz más desalentador al comenzar perdiendo tras un flojo comienzo de partido. Suerte que Jorge Andreu ha cogido las riendas del equipo y ha logrado el empate con un golazo por la escuadra tras un pase con la mano del guardameta desde su área. Kintxo, por su parte, ha contrarrestado eficientemente, como viene siendo habitual, todas las llegadas del 'Descansa' (ese era el nombre con engañosas pretensiones del rival), que se podría haber puesto hasta 3 goles por delante en los primeros minutos. Incluso con el 1-1, el equipo no se encontraba, yo mismo me he encontrado desubicado como nunca en los pocos minutos que he jugado del primer tiempo.
Tras el descanso, la cosa no parecía mejorar, con los jugadores bastante fundidos. Josu ha cerrado muy bien atrás en esos minutos de agobio, y David organizaba el equipo para que no se descompusiera. Poco a poco parecía que la cosa mejoraba, es cuando he vuelto a entrar en el campo y ya estaba todo más calmado. El juego parecía fluir mejor, Bombín se asentaba en el juego de ataque, yo me ubicaba mucho mejor en la defensa, y Campi comenzaba a crear peligro con su insistente presión. Y fruto de esta presión del de Yékora ha llegado el 2 - 1, en un error garrafal del guardameta, que tocaba el balón antes de que entrara en la portería lo justo para que fuera válido el gol, tras un saque de banda de David. La euforia llegaba a las desérticas gradas del pabellón universitario (nótese la ironía). Apenas un minuto después llegaba una de las joyas de la mañana. Kintxo sacaba con la mano desde el área (la jugada más peligrosa y repetida por el equipo en todo el partido), el balón lo controlaba de espaldas a la portería Bombín y, tras verse encerrado por dos defensores, se revuelve con un gran movimiento y escorado a la derecha bate al guardameta con un ángulo imposible.
Con el 3 - 1 campeando en el electrónico (vuelva a captarse la ironía) la situación ya estaba controlada, y era cuestión de tiempo y goles llegar al final del partido. El siguiente, el otro golazo del partido. Campi recibe un balón largo cerca del área y tras un gran control, bate al portero con una sutil vaselina. El quinto fue obra del mejor jugador del partido y único en repetir tanto, Jorge Andreu, que batía al portero de fuerte disparo. Y para colofón, un servidor aprovechó una contra bien llevada por el Sparta para recibir de Andreu en la frontal y tras un sutil quiebro al guardameta fusilar la puerta vacía. Era el 6 - 1 y un enorme griterío resonaba en el pabellón. No, aquí no hay ironía, era el mío. Este gol servirá de inyección de confianza de cara a los próximos partidos, que esperamos se resuelvan con más tranquilidad. Por último, destacar la labor de todos y cada uno de los jugadores que asistimos al partido de hoy. ¡El Sparta las Bragas es grande gracias a todos nosotros!
Y para terminar, comentar que mi mente prácticamente la desborda en estos momentos las ganas de partir de una vez a Benidorm, donde estaré hasta el lunes, día que imagino actualizaré si estoy en condiciones.
Tras el descanso, la cosa no parecía mejorar, con los jugadores bastante fundidos. Josu ha cerrado muy bien atrás en esos minutos de agobio, y David organizaba el equipo para que no se descompusiera. Poco a poco parecía que la cosa mejoraba, es cuando he vuelto a entrar en el campo y ya estaba todo más calmado. El juego parecía fluir mejor, Bombín se asentaba en el juego de ataque, yo me ubicaba mucho mejor en la defensa, y Campi comenzaba a crear peligro con su insistente presión. Y fruto de esta presión del de Yékora ha llegado el 2 - 1, en un error garrafal del guardameta, que tocaba el balón antes de que entrara en la portería lo justo para que fuera válido el gol, tras un saque de banda de David. La euforia llegaba a las desérticas gradas del pabellón universitario (nótese la ironía). Apenas un minuto después llegaba una de las joyas de la mañana. Kintxo sacaba con la mano desde el área (la jugada más peligrosa y repetida por el equipo en todo el partido), el balón lo controlaba de espaldas a la portería Bombín y, tras verse encerrado por dos defensores, se revuelve con un gran movimiento y escorado a la derecha bate al guardameta con un ángulo imposible.
Con el 3 - 1 campeando en el electrónico (vuelva a captarse la ironía) la situación ya estaba controlada, y era cuestión de tiempo y goles llegar al final del partido. El siguiente, el otro golazo del partido. Campi recibe un balón largo cerca del área y tras un gran control, bate al portero con una sutil vaselina. El quinto fue obra del mejor jugador del partido y único en repetir tanto, Jorge Andreu, que batía al portero de fuerte disparo. Y para colofón, un servidor aprovechó una contra bien llevada por el Sparta para recibir de Andreu en la frontal y tras un sutil quiebro al guardameta fusilar la puerta vacía. Era el 6 - 1 y un enorme griterío resonaba en el pabellón. No, aquí no hay ironía, era el mío. Este gol servirá de inyección de confianza de cara a los próximos partidos, que esperamos se resuelvan con más tranquilidad. Por último, destacar la labor de todos y cada uno de los jugadores que asistimos al partido de hoy. ¡El Sparta las Bragas es grande gracias a todos nosotros!
Y para terminar, comentar que mi mente prácticamente la desborda en estos momentos las ganas de partir de una vez a Benidorm, donde estaré hasta el lunes, día que imagino actualizaré si estoy en condiciones.
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